Migrar a la nube: ¿simple o complejo?
Para muchos gerentes de TI, trasladar algunas de sus aplicaciones de los centros de datos corporativos a la computación en la nube es una oportunidad para eliminar una letanía de costos y dolores de cabeza: en bienes de capital, en energía eléctrica y refrigeración, en administración y mantenimiento. «Pague por uso» por la potencia informática que necesita, y dejar que otra persona se encargue de administrar la infraestructura subyacente es un sueño para muchos gerentes de TI.
Pero al pasar de la teoría a la práctica, las cosas se complican. Es cierto que una nueva aplicación web creada desde cero para la nube como un entorno independiente se puede implementar de forma rápida y relativamente sencilla. Pero para las aplicaciones existentes que se ejecutan en un centro de datos tradicional y se integran con una gran cantidad de otros sistemas, herramientas y procesos, no es tan sencillo.
¿Qué implica realmente pasar del centro de datos de su empresa a la nube? Es necesario tener en cuenta una serie de cuestiones que pueden convertir la migración en un proyecto de ingeniería complejo.
Migración a la nube
Los proveedores de servicios en la nube de hoy en día están imponiendo arquitecturas que a veces son muy diferentes de las de las aplicaciones empresariales estándar, lo que frena su adopción. Todavía no hay herramientas automatizadas para allanar el camino. El resultado es una serie de configuraciones manuales, a veces complejas, de prueba y error antes de que la aplicación empresarial pueda ejecutarse en la nube. Un panorama complejo de especificaciones para las versiones del sistema operativo, el almacenamiento, las redes, la integración con otras aplicaciones y bases de datos, todos esos pasos de configuración que normalmente tienen lugar entre bastidores, deben derivarse a un entorno en la nube que probablemente sea muy diferente al que el personal de TI está acostumbrado. Es el tipo de proyecto que puede unir a un equipo de desarrollo durante semanas o incluso meses.
Seguridad de los datos
Cuando se trasladan datos a la nube, se van más allá del alcance de las herramientas y mecanismos puestos en marcha a lo largo de los años para preservar su integridad. En un entorno caracterizado por la tenencia múltiple y la disociación entre hardware y aplicaciones, los usuarios de la nube deben estar atentos y comprender los riesgos. En resumen, debe asegurarse de que su proveedor de servicios en la nube tenga un nivel de seguridad física y cumplimiento normativo que satisfaga las necesidades de su negocio. También deberá tener en cuenta qué medidas adicionales pueden ser necesarias para protegerse contra posibles amenazas, incluida la protección de los datos en tránsito y en reposo. También puede ser apropiado, en algunos casos, mantener la base de datos dentro de su centro de datos y poner el resto fuera en la nube.
Gestión de los dos entornos
Después de migrar finalmente la aplicación a la nube, te encontrarás con otro gran obstáculo: ¿cómo gestionarla? La nube y el centro de datos son actualmente dos entornos completamente separados, cada uno con su propio conjunto de herramientas de gestión, y no hay una forma significativa de integrar los dos. Como resultado, el personal de TI deberá aprender y usar las herramientas de cada proveedor de nube, además de las herramientas que ya tienen. Además, es posible que tengan que renunciar a parte del control y la visibilidad de sus infraestructuras de soporte disponibles en el centro de datos, al menos en los entornos actuales de nube. El proveedor de la nube podría cambiar la infraestructura subyacente (por ejemplo, una versión de parche del sistema operativo) para mantener la nube actualizada, de modo que el entorno podría ser cada vez más diferente de las versiones locales con el tiempo.
¿Qué pasaría si quisiera cambiar de proveedor de nube o volver al centro de datos?
¡Todo el esfuerzo realizado solo vale la pena para una nube! ¿Qué sucede si otro proveedor de nube viene con precios más bajos o un mejor servicio? Dado que ha invertido todo el tiempo para configurar la aplicación en la nube, será muy reacio a repetir todo el proceso de desarrollo e integración para cumplir con los requisitos del nuevo proveedor. A muchas empresas les gustaría tener la flexibilidad de usar la nube y desarrollar y probar una nueva aplicación (cosechando los beneficios en agilidad y bajo costo de investigación, creación de prototipos y desarrollo), antes de llevarla de vuelta al centro de datos para beneficiar la producción de datos, sus procesos comerciales y su infraestructura. Hoy en día, no es posible mover una aplicación entre diferentes nubes o volver al centro de datos con facilidad, con unos pocos clics del ratón. Para muchas empresas, el objetivo es crear un entorno federado de su centro de datos con una o más nubes, y mover las aplicaciones y cargas de trabajo donde sea más apropiado.
La nube ofrece una gran oportunidad para las aplicaciones empresariales, pero es importante comprender el trabajo necesario antes de embarcarse en una migración y cómo se integrará el entorno de la nube con su centro de datos existente. VMEngine tiene varias soluciones planeadas para abordar y resolver estos problemas.